domingo, 20 de octubre de 2013

Nuestra Hora Predilecta

El Reloj vuelve a marcar su hora predilecta, las cosas se han dado para que cada estímulo que llegue a mi cuerpo se intensifique en mi interior. El sólo hecho de preparar el café ya se hace una experiencia  exquisita. Su raspado y suave sonido al sacar cada cucharada del oscuro polvo  contrasta con el choque de la pequeña cuchara de té en la porcelana de la taza, puedo escuchar el tenue sonido de las 20 gotas de endulzante en mi brebaje, todo acompañado del golpe  de las ramas que son conducidas por el viento hacia mi  ventana, haciendo la más hermosa orquesta a la que jamás tuve la opción de  asistir. Mis pelos se erizan en una especie de sensación lujuriosa.

El reloj no quiere salir de su hora, se niega. La noche abraza mi cuarto a medida que mis pelos  siguen ascendiendo uno por uno. Recuerdos lujuriosos se van a mi mente. Mi cuerpo frágil se siente, pero a la vez ágil, no da chance alguna de tropiezo, puede tambalearse todo lo que quiera, pero el sonido y las memorias que el tiempo me ha dado impedirán que este enclenque cuerpo se derrumbe, no antes que el café y el sandwish queden a merced del velador y  logre sintonizar la radio para que el blues entre en escena  y de paso a un éxtasis en mi cama.

El reloj ha decidido detenerse, al igual que todo movimiento de mi habitación. El café calienta mi anatomía para estar a la par con mi esencia, tu recuerdo, mi lujuria. El blues llega, como un orgasmo a mis oídos, trompetas y solos prodigiosos de guitarra llegan para instalarse.
El reloj ya no logra resistir, los punteros se han fugado. Pero eso a ninguno de los dos deja conforme. Tomo el reloj y lo lanzo, como mis deseos de avanzar el tiempo, mis deseos de paz, mis deseos de una noche tranquila.





El café brinda  su última gota con un  dulce sonido al pasar desde el tazón a mis labios. Quiero mantener el calor. Iré a verte.  

domingo, 2 de diciembre de 2012

Morir sin máscara.


Música, explosión, caos, inconsciencia…  no es el mejor estado que  puedo tener, pero ¿Qué puedo hacer El mismo recorrido, el  mismo inicio, el mismo destino, sólo cambian un par de personas vistas en el trayecto, nada más. El pisar el asfalto duro y gris no mejora las cosas, ver el frontis del edificio cruzar el umbral de vidrio, saludar a la recepcionista con una cínica sonrisa, y la misma conversación.

 - Muy buenas tardes Don Germán.

 - Buenas.
 - La taza de café de siempre Don Germán.
 - Sí.
 - Se la traeré…
 - En cinco minutos…

Me encierro detrás de la puerta con el número 1034 , dejo la chaqueta en el colgador, enciendo la computadora y observo la construcción vecina desde la ventana. Observo también los pequeños puntos al caminar. Veo como forman patrones tan similares al de ayer, y antes de ayer, y antes y antes y siguiendo en la cuenta hacia atrás. Veo la foto de mi hija, abrazada a mi yerno, posando en el día de mi cumpleaños. Los mismos movimientos rutinarios que no me esfuerzo por cambiar. ¿Hay algo que pueda hacer? Nada. Tan sólo una locura ayudaría.

Golpean la puerta. Rápida pero no  sorpresivamente transcurrieron 5 minutos y ella con mi café llegan a mi puerta. Lo recibo lo tomo y lo lanzo el líquido oscuro a la computadora, abro la ventana y lanzo la taza hacia  la calle, que le caiga a quien sea. Yo me marcho.

Me voy a la estación, pero no, micro no tomaré no volveré a ese camión de carga animal, me iré caminando. Llega a darme disgusto ver a cada persona que se cruza frente a mí, me vean o no, los aborrezco a todos. Me suelto la corbata, me la saco, la lanzo en dirección opuesta a mí.  Adiós rutina, adiós familia.

El primer bus que aparece es mi destino, me resigno a tomarlo, quiero llegar lo antes posible, no, no quiero llegar, quiero irme, irme de todo esto y abandonar lo  que siempre he sido, no, me retracto nuevamente, no quien he sido, sino quién se ha visto, a quien se ha conocido, el que se aferra a la necesidad de ser parte de una sociedad, en cuya función no eres más que ser un apéndice, despídanse de la máscara que ya no me sienta bien.

Despierto, la luna no se ve, la oscuridad es hermosamente total, al igual que el frío que comencé a sentir. Bajo del bus y no sé a dónde caminar, y me baso en  mis brazos para no chocar con algo que no logre percatar a medida que avanzo sin tomar en cuenta las horas. Un paso en falso, una caída, un chapuzón. Ni idea en qué estoy inmerso, el olor putrefacto me hace descartar que sea agua de un lago, no me importa; el frío del ambiente abraza la sustancia, y conmigo en ella, cada vez más profundo, no me interesa, duermo hasta perderme en ella. Prefiero morir sin ser velado por nadie más que las estrellas y el viento, que por un par de personas hijas de la rutina y que van por mero compromiso. 
  

                                              

domingo, 8 de abril de 2012

Seguiré engañándote

Lo dedos bailando sin control en las teclas de aquel órgano en medio de aquel aire viciado, la tormenta perfecta de las notas de esa guitarra que salía por ese deteriorado y añejo amplificador,  las trompetas sacando una energía ilimitada que llena el espacio de las botellas vacías; es el ambiente al que me he sumergido 2 años después de haber llegado a Estados Unidos,  2 años después que te prometí amor eterno. 
Era de noche luego del trabajo y el mareo que el alcohol me provocaba me sumergía más en la miseria con la que mi imaginación te hacía mera protagonista de la cama junto a otro, revolcándote en la lujuria desesperada, con ese tipo que no era yo, mientras esas imágenes sin fundamento me dejaban en el suelo de la calle como un limosnero, pero que pedía saber,  pedía respuestas que salieran de tu boca: ¿Qué es de ti?, ¿Nuestra promesa sigue intacta?, ¿Qué harías si supieras con las chicas que he estado acá durante las noches?. Esta última respuesta me lleva a la curiosidad.. Cuando llegué acá no pasaron más de 2 semanas para ya haber  despertado tarde para el trabajo, en una cama de desconocidas y suaves sábanas de seda, en un cuarto de envejecidos murales que encerraban un olor a naftalina, junto con una chica que conocí la noche anterior en  una reunión con mis colegas. Ya ha pasado tanto tiempo y en verdad no han sido muchas las chicas con las que he intimado; Para ser dos años siento que el pasarse un poco del conteo con los dedos de las manos, para un hombre esto es poco, no es algo de lo que me arrepienta ni  de lo que me enorgullezca, es sólo satisfacer una necesidad. Pero las cosas no las veo de la misma manera cuando los roles se intercambian, y eres tú la que ofrece ese cuerpo que añoro con tanta locura; de sólo imaginarme una mano ajena rozando tu hombro ya me produce una incomodidad que me recoge el cuello, y cuando esta imaginación celosa y traidora se mezcla con unas cuantos tragos de whisky, el resultado en cabeza desgarra mi corazón.
En eso estaba en el suelo de una calle lejana a mi cuarto alquilado, con la poca motivación me voy insertando en el barrio negro y comienzan a encenderse las primeras luces que me mostrarán con algo de difusión el camino a seguir.  De pronto veo como la gente empieza a entrar a un local con ciertos movimientos que dan a la expectación, parecía a un gato cuando ve que un objeto inanimado se mueve de la nada, todo me llamaba la atención; con pasos torpes empiezo a ingresar y me impresiona el ambiente cálido que existe, risotadas por miles en una zona que en las mañanas se me es tan lúgubre. Me siento frente al cantinero,  un hombre viejo y  gigante, con unos cortos rulos blancos,  un estómago tan enorme como los barriles que se observaban al fondo que era cubierto por una chaqueta de un color rojo brillante e intenso, y unas manos gruesas como guantes de boxeador.  Me  observa con algo de sorpresa por unos segundos, luego  botó un poco de aire con una risa leve y me dio la espalda.  Apoyo mi cabeza sobre mis puños y sólo escucho las risotadas y esa fuerza con la que hablaba la gente entre sí, era como una reunión familiar de esas que tenía antes en casa, la nostalgia lograba distraerme por unos segundos de esas imágenes contigo, con él en la cama en la que siempre nos quise ver.
De pronto un golpe en la madera se siente cerca de mí: “No te ayudará con los problemas de tu chica, pero al menos te ayudará para pasar la fiesta” me dijo el mamut de traje rojo rubí con una voz tan gruesa como sus manos.  Levanto mi cabeza y vi una taza humeante que desprendía un sublime olor a café.  No quise preguntar  cómo llegó a saber sobre  mis tormentos, suponía que era la “Experiencia del Cantinero”. Le agradecí y le pasé un billete en forma de pago.  “Tranquilo polluelo. Tómalo como un favor de la casa.” y lanzó una suave risotada. Luego de una soltada conversación fue como conocí a Baby  Steve, el  cantinero que luego se volvería mi amigo consejero y confidente.  “Nene,  espero que ahora te haya hecho efecto el Favor de la casa, que ahora el local tomará vida. No digas nada... Sólo disfruta”.  Solté una risa con algo de duda me volteo hacía el escenario que durante la conversación estaban armando con instrumentos  varios, ahora un grupo de hombres se había tomado el sitio, la gente se alborotó; aplausos, gritos y silbidos se hacían escuchar, ellos respondían con sonrisas amarillentas producidas por un exceso en los cigarros.
El órgano comienza a sonar de forma muy suave,  haciendo juego con el sabor de mi café; La voz del hombre que comienza a hablar de sus penas de infancia, era como si se camuflara con la rasposa pero armoniosa textura del papel tapiz que cubría con sus dos esquinas los barriles llenos de quien sabe qué; El tambor resonando sereno pero imponente, tal como la voz de Baby Steve; y las trompetas que sonaban con el mismo fervor de la gente que observaba el espectáculo eran los preparativos  para que luego unas gruesas manos negras empezaran a tocar con locura las notas desenfrenadas que buscaba mi corazón descarado, notas que buscaban un escape, reiterándose una y otra vez, pero en distinto orden, como mis sentimientos confusos de amarte y engañarte, esa rapidez con que cambiaban los dedos en el mástil, como la velocidad con la que la lujuria cambiaba al celo y al dolor, buscaba un escape esto era inconfundible, buscaba la fuga y el desahogo, era como si todo ese ambiente se estuviera transformando en música… No… eso ya no era música… era una sensación… era…



“Blues amigo mío… Esto es Blues”  Fue lo que dijo el barrigón tendero, a lo que pude responder con un grito de fervor incontenible al momento en el que la guitarra hizo sonar como un chillido de desahogo la nota 
de la sexta cuerda en el traste más alejado del clavijero que tenía escrito con letras cromadas "Lucille".
Nena no se qué será de ti, si te acostaste con 20 hombres o tal vez ninguno, no sé si seguiré despertando en camas ajenas o pararé mañana en la mañana, pero mientras no te vea estaré aquí engañándote en este lugar con este sentimiento… estaré abrazado y engañándote acérrima y apasionadamente con el Blues.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Metal entre las cenizas

Hola, pasó  una semana desde la última vez que te vi, y cree que en verdad me costó mucho esperar, no soporto un día si poder estar contigo aun en estas condiciones.
¿Por qué tuviste que alejarte de mí? Creo que porque es lo más justo, ya no compartimos el mismo mundo; Dios sabrá cuanto falta para volver a encontrarme contigo, me gustaría estar contigo ahora pero el costo sería muy alto.
Al verte, de una o de otra manera siempre pienso en ese momento en el que nos conocimos. ¿Lo recuerdas tú? Fue un día cualquiera cuando estaba en la micro camino a la universidad, entre el calor sofocante y la incomodidad de estar de pié, volteé la mirada un segundo, un escalofrío me abordó, me sentía observado y de repente veo la tímida cara de una chica que giró súbitamente su mirada hacia la ventana un segundo después, con una sonrisa que acompañaba su sonrojada cara; Entonces no pude hacer más que observarte:  Tu cabello castaño que al ser tomado dejaba ver tu pálida cara, para luego fijarme de tu traje escolar  más detalladamente, pues es lo primero que sale a la vista,  si bien me sentía un poco pervertido,- ya tú sabes lo que me provocan las minifaldas y los jumper- esa polera  azul oscuro que resaltaba más aun la palidez de tu piel, para luego bajar a tu minifalda gris que con sus delgadas líneas rojas formaba cuadros diminutos; en ese momento no me percaté que me volviste a observar, sentía como la sangre subía iba a mi cabeza para sonrojarme, no pude hacer más que sonreír a la par contigo; Bendigo el momento en el que ese auto verde se cruzó de la nada en frente de la micro para que esta frenara tan brusco que me pillara de improviso y saliera volando hacia adelante, cayendo sentado en el suelo todo empolvado, para que luego mientras me sacudía la camisa negra que usaba, unos zapatos  se posaran frente a mí y guiaran a mis ojos a tu angelical y sobreenrojecido  rostro para preguntarme si estaba bien. Me levanto suavemente para entablar una conversación que me llevó a los 6 años más hermosos de mi vida.
Me gustaría poder abrazarte de nuevo y  que pudieses brindarme ese amor que sólo tú me brindas. Te necesito aquí conmigo, para que supieras las intenciones que tenía contigo en el restaurante para celebrar nuestro quito año de noviazgo y ver tu traje color jade que tanto me gustaba; quería ver la reacción de tu cara al ver el anillo de compromiso en la copa de champagne que le di  especialmente al mesero para poder pedir tu mano en matrimonio para así compartir  el resto de mi vida contigo. Pero el destino quiso... que las cosas fueran distintas.

 Y ahora que está todo en silencio en este día, creo que ha llegado la hora de decirte por última vez Adiós  y que te apartes de mí. Sería algo en vano seguir molestándote, el destino así lo quiere, hay tanto por lo que vivir. Pero ten por seguro que jamás podría olvidarte y sólo tú sabes el sufrimiento que te has guardado, ojalá pudieras escucharme y decirme que me detenga, que no siga hablando y me quede contigo, pero creo que es mejor para que sigas adelante y no te aferres a este pedazo de piedra que indica un montón de huesos inertes.


Me gustaría besarte, con la pasión con la que me imaginaba ese beso que vendría después de que me respondieras que sí a la petición y todos en el local aplaudieran celebrando nuestro compromiso.
Pero ese accidente en la cocina, que provocó el incendio y gatillara el caos dentro de la gente me imposibilitó escapar cuando algo bloqueó las puertas y me quedé encerrado para que luego nos alejáramos el uno del otro, mientras el metal de los anillos se mezclaba con las cenizas del lugar para que nunca supieras de ellos.

Por favor no llores, no sabes la impotencia que me da el verte así y no poder hacer nada. Por favor vete y vuélvete a enamorar. Quiero que vuelvas a ser feliz, quiero volver a ver esa misma sonrisa que vi por primera vez en el bus. Por favor hazlo por los dos, no aguanto más esta desgarradora sensación. Tú sabes que te amo, y por lo mismo quiero que  dejes de sufrir. Quiero que te vayas sin reprocharte a ti misma lo que hiciste o no hiciste antes de mi partida, ya que contigo siempre he sido feliz,  soy yo el que debería reprocharme por no decirte tantas cosas, y no lograr decirte todo lo que te amo sin que tu tuvieras que preguntármelo antes; Quiero que ahora hagas tan feliz como a mí a alguien más que necesite y merezca tu amor y calor único ese calor con  el que siempre te abrigaré desde aquí.
Bien, ahora que te vas creo que también es hora de marcharme. Gracias por visitarme, y gracias por las rosas negras; Me compadecía de ti cuando todos te criticaban la idea de las rosas negras en el funeral, a pesar ya que son mis favoritas; Me reía desde acá..
 Por favor se feliz.
¡TE AMO!

viernes, 24 de febrero de 2012

Testamento de Amor.


Es difícil la situación en la que estoy, me hallo en una sala de espera, y el pronóstico de mi padre era el que con temor  todas estas semanas  hemos querido evadir. Ya nada se puede hacer y el médico me ha dicho que llegó la hora de que converse por última vez con el hombre que me ha visto crecer durante toda mi vida, aquel que siempre tuvo la paciencia y el cariño para limpiar con esas trabajadas y gastadas manos  las lágrimas que seguían cayendo luego de que ese atentado en Londres nos alejara para siempre de mi madre querida. Tomo el aire necesario para poder levantarme de la silla de plástico gastada y trisada ya por el pasar de los años que se une con las otras sillas frías ubicadas en las frías salas de espera del hospital; comienzo a dar los pasos  para  acercarme hacia él y poder despedirme.

Abro la puerta y avanzo por una fría sala, cuyo silencio se entorpece  por el trabajo de las máquinas que hacían que tanto mi viejo, como  las otras personas en esa habitación pudieran permanecer con nosotros en este mundo.  Corro la cortina de la cama 542, para ver que su sonrisa sigue igual de intacta, a pesar de su cansancio puedo sentir que está contento de verme sabiendo aun lo que le espera. “Como te admiro viejo… alegre a pesar de  todo.”  Le digo con una sonrisa tibia que no logra esconder mi pesar. Me hace un gesto sutil con la mano indicando la silla que está al lado de su  velador metálico,  donde paro un instante para tomar y apreciar una foto enmarcada de la pareja más linda que conocí en este planeta,  en la que la que un gallardo hombre toma en sus brazos a una pequeña bebé  recién nacida y esa hermosa mujer tomaba de la mano al mayor de sus hijos, es decir a mí, y en los costados de aquel matrimonio se ubicaban a mis dos hermanos restantes que sólo por la estatura se podía reflejar la diferencia de edad; con una sensación algo más cálida luego de observar la imagen, devuelvo el retrato a el lugar donde estaba, junto con un rosario y la imagen de la Virgen, me siento en el pequeño asiento acolchado que anteriormente mi padre apuntó, me acerco ligeramente a él para poder escucharlo.

-Al parecer ya no podemos hacer nada, bueno son cosas de viejos  ¡Y qué más da! En algún momento tenía que pasar no soy como esas caricaturas que veían tus hermanos de pequeño y tanto tuviste que aguantar.- Su voz cansada y raspada no se equilibraba al humor de mi padre. – Torito mío, el mayor de 4 hermanos, he tenido el placer y el privilegio de ver el desarrollo de una persona de las que pocas en el mundo ya existen: caballero, atento, preocupado y nunca desubicado…mm bueno, tal vez eso no tanto.- Al oír eso reí siendo cómplice de su sinceridad.- Pero siempre muy respetuoso. Te vi crecer, dar tus primeros pasos, dando rabietas por montón a tu madre, ir al colegio, desarrollarte y mostrar que si bien no te destacabas en las notas, siempre  fuiste constante y no te rendías ante los obstáculos; tenacidad que sacaste de tu madre.
 Ahora estás a punto de terminar tu carrera y sé que serás feliz con a quién ya escogiste como tu esposa.-
Mis ojos comienzan a humedecerse al escuchar esto, el darme cuenta que mi padre no podrá verme recibiendo el cartón y titulado, y tampoco ver como consumo mi amor frente a la mujer que amo. Mi padre toma mi mano fuertemente y ya la curva en su sonrisa comienza a rectificarse.
 - Y ahora que hijo mío, ya sé que sientes amor verdadero necesito contarte un pequeño secretillo, y quiero que se lo cuentes a cada  uno de tus hermanos cuando sientas que están viviendo el mismo sentimiento que tú sientes ahora. ¿Entendido?- Yo riéndole asiento con la cabeza. “Lo que quieras papito”. -Pues bien, esto es algo que nunca supo tu madre, y nunca quise que supiera. 

                                            
  

La verdad es que antes de que yo y tu madre nos casáramos, me enteré que yo estoy imposibilitado de poder tener hijos. – En ese momento un frio movimiento sacudió mi espalda mientras que mi cabeza empezaba entrar en un sofoco intenso que remeció todo mi interior, una confusión que nunca en mi vida había sentido antes.  “Pero padre, es imposible yo mismo vi las fotos cuando mi madre estaba embarazada de mí, y vi cuando esperaba en su vientre a mis hermanos. ¿Cómo  puedes ser infértil?  si esta foto demuestra claramente lo contrario.” Dije tartamudeando a mi padre mientras apunto con una temblorosa mano derecha la foto del velador. – Creo que estás lo suficientemente grandecito para entender.  Si bien  tu madre siempre me hizo pensar que esos embarazos  fueron producto de nuestro amor, yo estaba bien consciente de que las cosas no eran así.  Todos esos años viví con este asunto en silencio. – “Entonces  ¿Por qué no reaccionaste? ¿Por qué no tomaste carta en el asunto? Mamá te engañó ¿Y tú no haces nada?“  Me sentía incómodo en verdad haciéndole estás preguntas a mi padre en esta instancia, pero la confusión que logró esa confesión en mí me sacudió una realidad que nunca fue, una realidad que sólo se hallaba en un retrato enmarcado en plata.-  La respuesta está clara. Yo a tu madre la amo aunque ya no esté con nosotros la sigo amando, y aunque no me haya sido fiel en algunos momentos de mi vida estaba dispuesto a lo que fuera por tener  a esa persona tan especial en mis brazos, a esa persona que descoloca mis sentidos desde que empecé a entablar una relación con ella. Y créeme que nunca me fue grato el sentir cómo ese amor que yo le entregaba incondicionalmente  era burlado por ella. Y es por lo mismo hijo mío, ¡Sí! ¡Te sigo diciendo  hijo! Pues yo fui  quien estuvo contigo todo este tiempo; contigo y con tus hermanos. .. Es por lo mismo que quiero que estés seguro de que si con la persona con la que tú estarás compartiendo toda tu vida sea realmente la persona que te hará feliz y que será capaz de devolverte devota y fielmente el cariño y la calidez que tú le das. ..- En ese instante no logré  contenerme abracé a mi padre lo más fuerte que pude al momento que mis lágrimas mojaban las sábanas de la cama con confusión, tristeza, miedo y agradecimiento. Estaba con mi padre, mi viejo en nuestra despedida para luego vernos en otro momento; Estaba con el hombre que me crió durante toda mi vida, el que a base de un amor incuantificable se dedicó a mí y a mis hermanos, a cuidarnos, a querernos y a amarnos, sabiendo que no somos propios de su sangre; Estaba con la persona que por  estar con la persona que ama es capaz de sufrir un mundo entero de engaños; Estaba con la persona que me acaba de dar un verdadero testamento de amor…
Estaba con la persona que acaba de partir a un mundo mejor..
Gracias Padre. Tus hijos no te olvidaremos.

martes, 31 de enero de 2012

Un show inolvidable.

Estoy listo, la sensación es incontenible y lo único que quiero es dar vueltas en el escenario mientras sostengo mi micrófono y hacer un show distinto al de la vez anterior. Serán canciones de otros grupos pero da igual, las vivo como si fueran mías, como si mi alma transmitiera a los creadores  mi odio a esa perra, la desolación de mi alma, la alegría de una loca noche junto a mis colegas, o simplemente la locura que se desata en mí cada vez que un buen solo de guitarra inunda mis oídos.

Así es, estoy listo. Los amplificadores fueron puestos con el mayor volumen posible para que todos escuchen  y aprecien el show de su vida. Las guitarras y afinadas y con los pedales precisos, junto a el talk-box que siempre nos es fiel; La batería ubicada en el centro del escenario de manera que se luzcan esa infinidad de bombos y platillos que nunca sobran, junto al gong atrás para cuando la euforia sea  máxima.

Lo reitero estoy listo.

Llegó el momento. Toqué el riff inicial que desborda  el descontrol de la fanaticada para luego golpear con ira los bombos infinitamente alineados mientras boto aire con cada golpe que  realizo con las baquetas, las cuerdas del bajo se sienten ligeras al presionarlas con el índice, el medio y el anular y de pronto aparezco como el vocalista más loco de la tierra, sacudiendo mi larga cabellera al momento que giro sin parar en el escenario, la gente se vuelve cada vez más loca cuando les hago señas obscenas o lanzo puños al aire cuan boxeador. Cada nota en la guitarra me sale perfecta, como si saliera del disco, la precisión que poseo en la guitarra es impresionante debo admitirlo; ¿Y qué decir del bajo? no hay quien me supere; con cada slap demuestro mi maestría, la cual no es nada comparada a mi dominio en las baquetas, la gente alucina cuando las hago girar entre mis dedos y se las lanzo cada vez que puedo. De repente aparece un tema en el que mis dedos  corren al compás del órgano es como si mis dedos tuviesen vida propia.


Esto sin duda es un espectáculo, la locura y la emoción que llego a tener mientras doy vueltas y vueltas sin límite alguno sólo la logro cada vez que la canción cobra vida en mí. Por Dios que  esta emoción nunca acabe!!!




Llegó el momento del solo. La velocidad y precisión de mis dedos llega a un climax que sólo puede verse disminuido frente a  mi excitación. Veo como mis dedos fluyen en el mástil de la guitarra mientras con mis pies golpeo el bombo que resuena en todo el estadio. Las notas de la guitarra en el tapping son perfectas, veo como la gente siente el mismo frenesí que yo cuando la fluidez de la guitarra alcanza la perfección que emula el poder del tema grabado generando en mí un orgasmo musical.  Cierro mis ojos y todo es locura y distorsión. Esto es Rock & Roll. Sí señor!!!

Abro mis ojos y volteo rápidamente cuando mi madre aparece y me entrega una guitarra. ¿Madre por qué  quieres que barra con esta guitarra? 
Ahora vuelvo a la realidad, es un completo desorden el que hay aquí:  cosas botadas por todos lados, y no es sorpresa, siempre queda así después de realizar un concierto en las cuatro paredes que forman mi pieza. 

¿Qué es eso, oigo un ENCORE ?
Bueno, hay que hacer lo qué mi público pide, El show debe continuar..  ¡A ROCKEAR SE HA DICHO!

viernes, 23 de diciembre de 2011

Aroma

Es de noche y a tientas puedo mantenerme despierto y en pie  en el paradero.. trato de tener la música lo mas incómodamente fuerte posible para no caer en medio de la acera, la micro llega  por fin y no temo a hacer el ridículo al correr por un asiento vacío, los días de trasnoche me valen más que una anciana. Sólo me vastan dos pasos en la micro para que mi ilusión se rompa y vea sólo puestos llenos,  veo un hueco ubicado cerca de una pareja, voy pasando al lado de la chica, cabe que tome un poco de aire para que mi respiración pare abruptamente..  

Tu aroma mujer, ese aroma no es necesario dudarlo ese aroma es de ella, la chica con la  compartí mi vida desde que la conocí, cuando éramos pequeños y se presentase como la chica que vivía al frente, creo que hubiese sido más indicado que se hubiese presentado como el amor de mi vida.

Ese aroma, no me hace más que desaparecer que del vehículo; ahora estoy en nuestro baile de graduación, ese en el que nos prometimos ir juntos cuando estábamos en los columpios de la plaza, los mismos que ahora están llenos de óxido; recuerdo tu hermoso vestido azul que combinaba con tus ojos del color del cielo, recuerdo tu pelo tomado, recuerdo la gracia de tus movimientos al bailar, no sé que no recordar con ese aroma.


Mi pecho está apretado, no quiere soltar ese perfume tan mágico, tan transportador y tan TUYO; Ese aroma, que no hace otra cosa que anhelarte, pero ya es tarde. Ya no estás conmigo por más que te llame, por más que te escriba  no responderás nuestros mundos son distintos ahora. Quisiera abrazarte quisiera besarte quisiera pedirte perdón por todas las estupideces que cometí en mi vida, en especial ese fatal accidente que hizo que te alejaras de mí.
Mi pulmón sigue apretado, aún te recuerda, aun no te quiere soltar, mi mente esta al mil porciento para no abrazar la portadora de bendito perfume, sin importarme que esté su pololo al frente nuestro. El universo solo se compone de las partículas que  componen mi cuerpo y las partículas que viajan por mis fosas nasales para llevar esos átomos de recuerdo.
Por favor no te vayas!!! No me dejes  otra vez.. quédate a mi lado.. necesito disfrutar infinitamente este milagro navideño.. déjame quedarme contigo, trae hacia mí tu olor, deja volver a sentir la nostalgia de mi niñez, pero no sé para qué pido estupideces.. ya estás al otro lado  del vidrio, no me queda más que dar un paso adelante para rescatar  lo que queda de nostalgia en el aire  en el que por un momento sentí a mi único amor, no me queda más que seguir apretando el pecho hasta que me desmaye, no dejaré ese rastro de tu esencia por un solo  momento.